Entre ruletas, mesas de póker y naipes comenzó su juego. Ella interpreta a Ingrid, una crupier que vive una apasionada historia de amor con Alfredo (Miguel Ángel Silvestre), uno de los hijos de Gonzalo García Pelayo (Lluís Homar), el cerebro del clan, quien ha sido el encargado de descubrir un sistema de juego que le permitía adquirir ventaja ante los mínimos fallos de equilibrio encontrados en las mesas de ruletas. Las Vegas, Australia, Austria, Dinamarca, Holanda y por supuesto España fueron algunos de los lugares en los que la familia Pelayo fue haciendo fortuna y este filme refleja está aventura de azar. "Ingrid se cruza con la familia García Pelayo y se enamora de la figura de Miguel Ángel, digamos que se cruzan muy bien cruzados" ha afirmado Blanca, quien añadía a continuación "el feeling que Miguel Ángel y yo tenemos fuera de la pantalla nos ayuda a trabajar mejor"... y ni que lo diga.
Aunque al principio ambos decidieron llevar su relación con la mayor discreción posible, sus respectivos éxitos les han llevado a mostrar en público su gran complicidad en más de una ocasión, como en el festival de Cannes, en los premios Goya 2012, en los Ondas o en el festival de cine de Medina del Campo.
Y es que tanto Miguel Ángel, de 29 años, como Blanca, de 23, son dos de las jóvenes promesas de nuestro cine. Desde que se diera a conocer en la serie Motivos personales, donde coincidió con su exnovia Belén López, con la que volvió a trabajar en la película La distancia, el famoso 'Duque' no ha dejado de trabajar. Como tampoco ha dejado de hacerlo su chica quien se convirtió en una cara conocida interpretando a Julia en El internado , continuó cosechando éxitos y buenas críticas en la serie El Barco junto a Mario Casas y ha llegado a ser 'chica Almodóvar' en la última película del director manchego, La piel que habito.
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